Año 2003 Santa Olalla: * NANA * Esta pequeñita estaba en un estado horrible......ADOPTADA POR PEPY
Nana, mi querida Nana-Laura, ha muerto. Fue muy feliz con Pepy.... Descansa en paz, cariño, nunca te olvidaré.....

Nana, fué la primera perrita que me encontré abandonada al llegar a este pueblo, allá por el año 2003.

Estaba enferma y en un estado espantoso. Me costó más de 4 meses hacerme con ella a base de ir todos los días al mismo sitio. Era el solar donde ahora se levanta la Gasolinera...

Había parido varias veces, su pelo entonces era un revoltijo de madejas y rastas que le colgaban de su cuerpecito, llenos de mierda, rígidos. Estaba malita de un oido y en bolitas de foiegrás (no hay ninguno que se resista a este manjar) le metía las pastillas de antibiótico. Cuando logré cogerla, tuvimos que pelarla y salió una segunda Nana sin cuerpo dentro, fue espantoso.

Luego, cuando fue adoptada por Pepy pero necesitó tratamiento psicológico por los traumas recibidos. Ahora es una perrita feliz, se llama Laura y es simpática y alegre. Convive con demás perros y personas sin ningún probema.

Final feliz para una perrita que fue un despojo del abandono y el maltrato. Gracias a Pepy ha tenido la oportunidad de conocer el paraíso. Atrás quedaron sus miedos y terrores. Te lo prometí y lo cumplí: estás en un hogar maravilloso.

Mi perrito Johnny, ya con 19 años, que fué su señuelo y maestro, ha muerto.

Foto enviada por su ama Pepy
Llegaste a olvidar tu horrible pasado porque recibiste mucho cariño. Donde estés, piensa que seguimos queriéndote.... y aquí están unas palabras de tu ama Pepy:.

Mi nombre es Laura, pero mis Papis suelen llamarme de muchas maneras, “Laurita” “Cosita” “Ricitos” “Lauri” “Chiquitita” “Princesa” “Pumuki” etc.,
Aunque soy muy obediente, a veces no hago caso, y entonces Mami me llama “Sorda” o “Rigoberta” jejeje.
Como muchos otros, no he tenido una vida fácil al principio, pero eso fue hace mucho tiempo y ya casi lo he olvidado.

Mami dice que soy la perrita mas guapa del mundo mundial, pero eso mismo se lo dice a mi hermanita Molly, aunque bien es verdad, que a ella le dice que es la “tripata” mas guapa del mundo mundial.

Soy de esos perros que son felices con todo.

Cuando me bajan a la calle, soy la perrilla más feliz del mundo.

Cuando volvemos a casa, soy la perrilla más feliz del mundo.

Cuando me ponen la comida, soy la perrilla más feliz del mundo.

Cuando me meto debajo de la mesa y Papi deja caer su mano para acariciarme el lomo, soy la perrilla más feliz del mundo.

Cuando Mami me coge en brazos y me da besitos, soy la perrilla más feliz del mundo.

Cuando Mami me llama “princesa”y “pumuki” soy la perrilla más feliz del mundo.

Cuando llegan a casa Mami y Papi, soy la perrilla más feliz del mundo.

Cuando llega la mañana, y me subo a la cama de Mami y Papi para despertarles y que me acaricien, soy la perrilla mas feliz del mundo.

Todo me hace feliz, pero sobre todo me hace feliz lo que me quieren mi Papis, y cuando me dan premios en la calle, eso me vuelve loca.

Cuando me alejo un poco, me han enseñado a que este atenta a su llamada, y levantan el brazo y lo bajan rápido para que yo acuda corriendo, a por mi codiciado premio “mi trocito de salchicha”

El otro día, mientras Papi estaba distraído, me aleje olfateando, sin darme cuenta crucé la calle, pero estaba pendiente de su llamada, me pareció oírla, y rápidamente acudí a por mi codiciado premio.

Entonces todo pasó muy rápido.

Es extraño, estaba tumbada en el suelo y no podía acercarme a mi Papi, pero también podía ver la imagen desde arriba, como si flotase.

Pude ver a Papi correr hacia mí, y mi cuerpo pudo sentir como sus brazos me levantaban del suelo, pero poco a poco, la visión de arriba iba ganando terreno.

Aun así, podía sentir el calor de Papi, sus besos, y podía oírle llorar, fuimos corriendo a casa para dejar a Molly y Bender, que esta pasando unos días con nosotros.

Papi sollozaba y me suplicaba que aguantara, pero yo sabía que había llegado el momento de irme.

Empecé a sentir que ya no notaba el calor de su cuerpo, y la visión de arriba se hizo más nítida.

Papi corría conmigo en brazos para llevarme al coche y llevarme a la clínica, yo quería decir que ya todo había terminado y que no corriese con el coche, pero el no deja de acariciarme y decir que me pondría bien, que aguantase.

Le escuche llamar a Mami, para darle la noticia, y decirle que viniese corriendo.

Que bien, podré verla antes de irme definitivamente.

Sigo flotando, y viéndolo todo desde arriba, pero no me voy a ir todavía, quiero ver una ultima vez a mi Mami.

Cuando llegamos a la clínica, Papi sigue corriendo, el pobre no sabe que ya no estoy con el, que solo lo puedo ver desde arriba.

Puedo ver como le dan la noticia, y lo mal que lo esta pasando, no deja de llorar.

Pasa el tiempo, estoy sola encima de una camilla, y veo como por fin llega Mami, también esta llorando, y se abraza a mi cuerpo diciéndome cosas bonitas, por un momento me parece sentir su aliento, sus besos, y sus lagrimas en mi cuerpo, pero eso no es posible, yo ya no estoy, pero lo veo todo desde aquí arriba.

Ahora ya me puedo marchar, Papi separa a Mami de la camilla, y se la lleva.

Mami debe de ser fuerte ahora, debe seguir luchando por mis compañeros, esos a los que siempre esta ayudando, porque gente como ella hace mucha falta entre nuestra especie.

Mami debe saber, que es la mejor Mami del mundo mundial, ya que todos estos años desde que la “elegí” para que me adoptase aquel día que vino a verme, me ha dado una inmensa felicidad compartir mi vida con ella, y he sido la perrita más feliz del mundo mundial.

Se que ella lo sabe, y se que cuidara ahora de mi hermanita Molly, a la que quiere tanto como a mi, y se que ella sabe que yo la quería.

Debo irme ya definitivamente, pero recordar que me fui haciendo lo que mas feliz me hacia…………corriendo hacia mi codiciado premio.

Laurita.