Amigas/os.
El Universo, o las Leyes Divinas, ponen a cada uno en su sitio.
Acabo de escuchar en la radio una historia, mínima, de Vicente
Romero. Este periodista es el ángel de los devalidos. Le he escuchado
historias maravillos sobre animales y personas de buen corazón.
Vicente Romero, ha querido llamar la atención através
de las ondas sobre el ingente número de animales abandonados
en las carreteras. Él, gran amante de los animales, que ha
arriesgado incluso su vida en otros países por defenderlos,
ha relatado, inteligente y magistralmente el siguiente caso:
Una pareja de Madrid, con dos niños, piensan salir de vacaciones
a Cullera en Semana Santa, y deciden, que van a deshacerse del perro.
Los niños lo van a echar de menos, pero les dirán
que se ha escapado, incluso fingirán buscarlo. Un gasto menos,
y una molestía menos.
Así, antes de salir para el lugar de descanso, ponen al perro
en el coche y cuando han decidido que están suficientemente
alejados de su barrio echan al animal del coche y se alejan a toda
velocidad.
Se marchan tranquilamente de vacaciones y a los pocos días
el perro aparece en la puerta de la casa, agotado, sucio, desnutrido...
Los vecinos, sin saber qué hacer, le ponen agua y comida.
Y así, pasa el tiempo y los dueños nunca vuelven.
Han muerto los cuatro en un accidente de carretera. El mal ha sido
devuelto.
Una de las familias vecinas, ha adoptado al perrito. Cuentan, con
la emoción a flor de piel que todavía, ahora....., cuando
lo sacan a pasear, se para en la puerta de su antigua casa y gime y
llora por sus amos.
Mi agradecimiento a esa familía maravillosa que lo ha doptado
y a Vicente Romero. El guardián de los necesitados, de dos
y cuatro patas. |